En un mundo cada vez más consciente de la importancia del medio ambiente, los heladeros artesanales no se mantienen indiferentes y buscan el camino apropiado hacia prácticas más sostenibles en la producción de helados. La sostenibilidad no sólo es una tendencia creciente entre los consumidores, sino que también es fundamental para el bienestar del planeta.
¿Pero por dónde empezar? ¿Qué estrategias podemos implementar los heladeros para hacer de nuestros negocios una opción más ecológica y responsable?
A continuación proponemos algunas sugerencias:
Uso de ingredientes locales y orgánicos
Una de las formas más efectivas de aumentar la sostenibilidad en nuestra heladería es optar por ingredientes locales y orgánicos. Esto no sólo reduce la huella de carbono asociada con el transporte de productos, sino que también apoya a los agricultores y productores locales. Podemos cerrar tratos con granjas cercanas para obtener frutas, nueces y otros ingredientes clave. Por otro lado, los productos de temporada también nos pueden inspirar para crear nuevos sabores, que nos diferencien de otras heladerías.
Un ejemplo de que esto es posible, lo tenemos en un artículo publicado anteriormente en nuestro blog sobre el heladero Luca Rizzardini, quien constantemente crea nuevos sabores con hierbas de su entorno.

Minimización de residuos
La gestión de residuos es una parte crucial de la sostenibilidad. Los heladeros pueden adoptar prácticas como el reciclaje de envases, la reutilización de ingredientes y el compostaje de sobras. Un servicio que podemos brindar es la implementación de un programa de retorno de envases, donde los clientes puedan devolver los envases para su reutilización, o podemos utilizar envases biodegradables y compostables que reduzcan el impacto ambiental, tal como lo hemos visto en las últimas ediciones de la Mostra Internazionale del Gelato – MIG – de Longarone.
Eficiencia energética
La producción de helados implica un alto consumo energético, especialmente en el uso de máquinas de helado y congeladores. Invertir en equipos eficientes energéticamente puede reducir significativamente el consumo de energía. Además, utilizar energías renovables, como paneles solares, no sólo es beneficioso para el medio ambiente, sino que también puede disminuir los costos operativos a largo plazo.
Transparencia y educación del consumidor
Los consumidores están cada vez más interesados en conocer de dónde provienen los ingredientes de los productos que compran. Si comunicamos de forma transparente las prácticas sostenibles que utilizamos en nuestra heladería, podemos atraer a clientes conscientes del medio ambiente. Una herramienta útil es de incluir etiquetas informativas en nuestros productos o realizar talleres sobre la producción sostenible de helados.
Innovación en sabores y métodos de producción
El desarrollo de nuevos sabores utilizando ingredientes sostenibles, como hierbas y especias locales, puede diferenciarnos de la competencia. Experimentar con métodos de producción que utilicen menos agua y energía también puede hacer que nuestro proceso sea más sostenible.
También aquí podemos tomar el ejemplo de Luca Rizzardini, quien trabaja con un experto en hierbas y una creadora de fragancias alimentarias para ofrecer siempre nuevos sabores.
Colaboraciones con otras empresas sostenibles
Formar alianzas con otras empresas que compartan valores similares puede amplificar nuestros esfuerzos. Podemos cerrar tratos de colaboración con cafeterías, restaurantes y mercados locales para crear ofertas especiales o eventos que promuevan la sostenibilidad. Estas colaboraciones pueden ayudarnos a llegar a nuevos clientes y reforzar nuestro compromiso con la responsabilidad ambiental.

Ya no se puede negar que la sostenibilidad es una necesidad imperante en el mundo actual. Al adoptar prácticas más sostenibles en la producción de helados, los heladeros artesanales contribuimos al bienestar del planeta, al mismo tiempo que fortalecemos nuestra marca y atraemos a un público cada vez más consciente. Cada pequeño cambio cuenta. Empecemos poco a poco con las herramientas que están a nuestro alcance. Una vez que estemos en marcha, veremos que el camino es posible.




































